Hay un aparato del saber en la imagen
percibida que incluye o mejor dicho se construye en torno a un sistema
dialógico. Es lo que regula la relación entre la imagen y su universo
emergente, instalado con cierta vocación dialógico-comunicativa y el exterior,
que incluye tanto el contacto con la memoria individual del observador,
destinado a la realización del acto co-enunciativo, como el contacto hipotético
con la memoria colectiva, desde el contexto asumido y representado en la
construcción de la imagen hacia el contexto de la recepción. El saber del autor
- enunciador se apropia de elementos del contexto y produce una representación
del mismo, parcial e intencional, desde
determinado punto de vista. Este saber es el producto de su circunstancia, o
mejor dicho de la manera en la cual el autor – enunciador ha procesado los
datos del contexto, pero además tiene la
particularidad de la mirada reflexiva que se pretende transmitir y compartir
con el co-enunciador, a través de una estrategia que toma en cuenta las
particularidades del enunciatario, la hipotética figura del observador-
interlocutor que orienta la construcción de sentido y del mensaje. En este saber está el poder de
construir una representación y generar una significación en la mente del observador. ¿Pero cómo asegurar este puente,
del contexto hacia el contexto, pasando por un punto de vista y un discurso y ,
eventualmente, un mensaje? ¿Cómo hacer que la acción de la mirada del
observador siga el patrón de lectura previsto?
¿Cómo proyectar el sentido hacia el observador, dado que el sentido no
es parte del mundo representado sino de la mirada con la cual se enfoca?
Interviene en esta campo la selección
y tratamiento de los signos, así como su combinación en la imagen, pero su planteamiento morfo-sintáctico debe
ser planteado con el enfoque dialógico, que se haga camino en la polifonía
discursiva de la cultura visual en la cual vivimos. Observemos al respecto la intervención
gráfica del espacio público, donde la voluntad comunicativa es la base del
mismo acto de intervención. Destacarán procedimientos enunciativos- discursivos
como la narración, la descripción, la apreciación, la argumentación, la
expresión, para nombrar sólo a los más comunes.
No obstante, al tratarse de
intervenciones con cierta historia, no hay que dejar de lado procedimientos
como la conversación que Basquiat, por
ejemplo, había empleado:
Observemos cómo funcionan estas
operaciones enunciativas – discursivas en una propuesta de diálogo que redunda
en un mensaje.
Narración-argumentación-expresión (
Banksy):
Apreciación-expresión ( Zephyr):
Argumentación-expresión ( Blu):
Descripción-apreciación-expresión (Kenny
Scharf):
Pero ¿qué ocurre en la
hipermodernidad, donde se afirman las redes heterogéneas, que reúnen un
conjunto de prácticas y mecanismos en una amalgama de relaciones de poder y
saber donde el poder es el eje de acción primordial? Aparecen imágenes en las cuales se impone la
autorepresentación y la intervención en el espacio público se manifiesta más
como una apropiación del mismo para instalar un espacio habitado por el
artista, con su propia visión del entorno, que comparte con los demás pero sin
preocuparse por su explicitación. La
intervención gráfica se vuelve provocación, una apertura que apuesta todo por
la percepción. Recordemos que Antoni Muntadas indicaba, ya en 1989, que la
percepción requiere de la participación; ¿pero qué tipo de participación habrá
en este caso? La imagen de sí mismo que la intervención gráfica propone al
observador le lleva la siguiente información: que el ser humano necesita salir
fuera de sí y llegar a los demás; que fabricar relaciones, estructuras y
dispositivos expresivos no implica necesariamente un mensaje explícito; que la
construcción de imágenes puede situarse en un terreno abierto, fuera de los
límites de la construcción estratégica de la persuasión.
Por ejemplo, Os Gemeos, los gemelos Otavio y Gustavo Pandolfo de
Brasil, intervienen el espacio con una gráfica que ofrece al observador la
libertad de interpretación. Esto no significa que no apelan a las operaciones
antes mencionadas, ya que se basan en la expresión y la apreciación para
construir sus imágenes, pero la representación no se traduce en un mensaje,
aunque su ubicación puede ofrecer ciertos rasgos de interpretación en este
sentido, como podría ser la sensación de vivir en la ciudad, presionado y
sometido a peligros que obliguen a tomar medidas de defensa.
En este enfoque, un aporte
significativo lo tienen recursos como la hibridación, un proceso de mezcla que
yuxtapone diferencias y crea singularidades, apelando a las costumbres de
percepción-creación del actual contexto multicultural, con lo cual se abre el
juego a la multiplicidad. Este es el caso de Lady Pink, Sandra Fabara de
Ecuador.
Cómo podríamos considerar las
siguientes imágenes y su acción dialógica, tomando en cuenta la premisa que la
poética de la intervención gráfica urbana se basa en la relación con el otro y
que la construcción semántica-sintáctica de las imágenes tiene que ver con
parámetros históricos presentes en la cultura? Sobre todo en el caso de Katsu (https://viralart.vandalog.com/read/chapter/katsus-videos/),
y sus acciones, que se inscriben a menudo en el espacio del vandalismo,
comparado con Banksy?
Cope2 (EEUU)
Eduardo Kobra ( Brasil)
Katsu (EEUU)
Katsu (EEUU)
Mihaela Radulescu
28.10.19