La iconografía de - construye y re –
construye imágenes para llevar adelante una construcción de sentido sin alterar
su componente semántico, con ayuda de la construcción sintáctica, a la vez que
la adecua a la nueva situación comunicativa, con nuevas conexiones pragmáticas.
El procedimiento es evidente en el arte religioso, o en imágenes que hacen
alusión a personajes o escenas conocidas, con dioses, seres fantásticos, etc.
Pero, en la actualidad, los espacios temáticos tradicionales han sido
superados, y muchas construcciones iconográficas traspasan barreras, por lo
general del arte religioso al arte que gusta experimentar con el reciclaje y la
intertextualidad o a la publicidad; asimismo, de la historia del arte a las
propuestas contemporáneas del arte con fines pragmáticos particulares o a la
publicidad.
¿ Cuál es la motivación del actual uso del
procedimiento ? En primer lugar se trata de construir nuevos contenidos a
partir de contenidos conocidos y legitimados, buscando apoyo en la memoria del
observador y creando un dialogo complejo, pues el diálogo se da no sólo entre
la imagen y el observador sino también entre la fuente cultural inicial de la construcción de sentido ( la imagen 1) y la imagen propuesta ( la imagen 2 ) . En
segundo lugar, se trata de enriquecer la nueva construcción de sentido, por la
incorporación – aunque no exclusiva - de los contenidos de la anterior.
Finalmente, se trata de provocar al observador a participar en la generación de
sentido, con una actividad lúdica, de preguntas – respuestas en torno al
mensaje y en torno a la decisión de incorporar la construcción de una imagen ya
existente.
¿ Cómo funciona el procedimiento? La
estructura que se actualiza en la nueva imagen es la estructura sintáctica: la
composición provoca la recordación ; además la composición es la que mantiene
la articulación de los contenidos. La estructura sintáctica se conserva en gran
parte pero también resulta modificada parcialmente. Estas modificaciones
funcionan como diferencias sintácticas y semánticas; a partir de ellas se genera el nuevo mensaje. Se crea así
una nueva articulación con las redes semánticas y temáticas de los contenidos
culturales.
Observemos este funcionamiento en algunos
ejemplos. Observemos en primer lugar como se construye la semántica de la una
imagen – la imagen de la Virgen de Guadalupe - sobre todo en sus aspectos
connotativos, a partir de la construcción sintáctica y del valor simbólico de
los elementos de la composición, en relación a las redes semánticas de la
cultura española y azteca.
La Virgen de Guadalupe: los pueblos
mesoamericanos veneraban a la deidad Tonantzin, cuyas características
se integran a la semántica de Madre de la Virgen María. La imagen de la Virgen
de Guadalupe desarrolla a partir de esta fusión una serie de rasgos semánticos
– sintácticos: el cabello suelto ( para los aztecas es señal de virginidad)
subrayando que es Virgen y Madre a la
vez; el rostro amable, reflejando amor, ternura y fortaleza; las manos juntas en señal de recogimiento y oración (se
indica que la derecha es más blanca y estilizada, mientras que la izquierda es morena y más llena, como
posible símbolo de la unión de dos razas distintas). El embarazo es sugerido por
la forma aumentada del abdomen y es marcado por el cinto localizado arriba del vientre, cayendo en dos
extremos trapezoidales ( lo que en el mundo náhuatl representaban el fin de un
ciclo y el nacimiento de una nueva era; se simboliza así que con Jesucristo se inicia una
nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo). La Virgen está rodeada
de rayos dorados en un halo luminoso para indicar que es la Madre de la luz, del Sol, del Niño Sol,
del Dios verdadero, a quien hace descender
hacia el “centro de la luna” (Métz-xic-co en nátuahl) para que nazca, alumbre y
dé vida. Además, está de pie en medio de la luna, siendo la luna símbolo de
fecundidad, nacimiento, vida.
Para marcar el lugar donde se encuentra Jesucristo en su vientre se emplea la flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin (símbolo nátuahl para la plenitud, indicando el centro del especio y del tiempo). A los pies de la Virgen hay un ángel con alas de águila, asimétricas y coloridas, con tonos parecidos a los del pájaro tzinitzcan.
La construcción de la imagen pone de manifiesto la convergencia cultural, a la vez que indica la estructura compositiva como base para la articulación de contenidos. Si enmarcamos históricamente esta convergencia, hay que recordar que la conquista de México por parte de los Españoles fue de 1519 a 1521. En lo siguiente, comenzó el reemplazo de templos aztecas con capillas e iglesias . Es lo que ocurrió con el templo de la diosa del Tepeyac, Tonantzin: fue derrumbado y en su lugar se construyó una capilla en honor a la Virgen María. Pero mucha gente siguió llegando a dicho lugar para hacer ofrendas para Tonantzin. Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, el indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin (Cuauhtlatoatzin significa "el águila que habla" en idioma náhuatl), iba rumbo al Convento de Tlaltelolco y, al pie del Tepeyac, tuvo la visión de la Virgen María en medio de un arco iris, hablándole en azteca. Le dijo que ella era la Virgen María, Madre del Verdadero Dios y le pidió que vaya a la casa del Obispo de México y le diga su deseo de que le edifique un templo en el lugar. Lo hace y este le pide una señal, la misma que llevará luego de un segundo encuentro con la Virgen: lleva flores del lugar en una tilma en la cual surge, ante el Obispo Fray Juan de Zumárraga, la imagen de la Virgen María. El mismo día, doce de diciembre, la Virgen se presentó en la choza del tío de Juan Diego, Juan Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Este dirá “Te-coa-tla-xope” que en Azteca significa "aplastará la serpiente de piedra" ( se trataba de las representaciones en piedra de Quetzalcoatl, la serpiente emplumada), pero para los españoles sonó como "de Guadalupe”., a los cuales adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos.
El impulso de la convergencia de símbolos
culturales, desde la tensión de situaciones en conflicto, es retomado por Ramón
Ortiz Aguirre e una serie de imágenes donde el collage actualiza el
funcionamiento de la composición para aportar nuevos sentidos. ¿Cuáles son
éstos ?
Pero las modificaciones pueden ser aún más
radicales en la publicidad donde la icónica figura de la Virgen de Guadalupe,
con su velo azul, la media luna a sus
pies, el resplandor divino y la inclinación corporal, ingresa en un campo donde
se pretende actualizar el símbolo de identidad cultural mexicana y
méxicoamericana en un contexto propio de la sociedad de consumo ( es una
publicidad que ha recibido muchas críticas ):
Las adaptaciones publicitarias corren
siempre el riesgo de ser criticadas por la asimilación de los valores
simbólicos de la imagen primaria a la construcción de un mensaje que puede ir
incluso en contra de la construcción de sentido que sirve como punto de
partida.
Menor preocupación social despierta las
imágenes construidas a partir de la semántica de las obras de arte . Una de las
obras que más re-construcciones ha registrado es “Las Meninas” de Diego Velázquez.
Y, para ver de cerca es proceso de la re –
semantización en otro ámbito pragmático, veamos este desarrollo de una conocida
obra del arte pop:
¿ Qué otros ejemplos encontraríamos de
construcciones a partir de esta misma obra?
Mihaela Radulescu/23 de septiembre del 2013